martes, 25 de mayo de 2010

Si algo echo de menos, es la posibilidad. La herida que escuece después de tanto tiempo, es porque cura. Confieso haber sido sumisa, ridícula y arrogante. Incluso, fiel a mi odio. Confieso que ser susceptible a los cambios de luz, no es elegante. Y hoy le deseo buenas días a la noche. Inevitablemente, puede que me dé igual. En mis clases de amnesia progreso adecuadamente. Y en la destrucción del orden. Y en la bendición de lo mal-dicho. Esta es mi nave y se monta todo aquel que yo quiero. Qué pena, ya siento cómo te alejas. Qué pena que ya no te vea.

Yo me como la boca. Tú no eres pensador, eres dramaturgo. Finges bien que entiendes el mundo. O peor aún, finges que aún existen cosas que se puedan comprender. Te miro, y me como la boca. Tu ritmo de onda es viejo, amor. Es triste. Es constante. Estallan hacia adentro todos mis sueños y siguen aquí. Conmigo. Aquí los tengo.

Recuerdo viejas angustias y me entra la nostalgia. Nostalgias en las piernas y en los brazos. No en el corazón. No en el cerebro. Nunca he leído ni un sólo poema escrito en línea recta. Es necesario saber cuándo acabar con la inspiración del poeta. Es necesario para que éste se ponga a hacer poesía.

2 comentarios:

Biel dijo...

ya añoraba el sabor de tus palabras. Me alegra degustarte de nuevo.

Anónimo dijo...

Casi 2 meses sin saber de ti, donde estas?

Me hacen falta tus palabras, tus pensamientos, tus sueños... tengo mono de ti.
Cada dia abro el baul, esperando verte de nuevo pero todo sigue igual...
mi musa me abandona y yo sigo leyendo una y otra vez las mismas palabras que me siguen creando la misma envidia y los mismo pensamientos..."si tan solo fueran para mi..."

Vuelve!!!